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Foto del escritorJosé Luis Mora Castaño

TUS DUDAS Y MIS RESPUESTAS BASADAS EN MI VIDA


1.- Me han dicho que estas operaciones son un timo y al final las personas acaban recuperando su peso, ¿es cierto?


En esta vida cada uno cuenta la película según le va, pero lo que ocurre es que para que esta película vaya bien el actor principal debes ser tú y no la intervención. Cuando esto no está claro ni asumido desde el momento que decides operarte está claro que el desenlace va a ser nefasto para tu economía, para tus ilusiones y para tus falsas esperanzas depositadas en algo erróneo.

Entender la reducción de estómago como la gran panacea que me hará adelgazar sin esfuerzo ni compromiso es un error tan grande que, posiblemente, sea irrecuperable los meses siguientes a la intervención. Esos pacientes, exentos de responsabilidad puesto que nunca la asumieron sino que la delegaron en una operación, serán los que meses o años después dirán que esto es un timo y que no vale de nada.


2.- Entonces, si tengo que cambiar mi vida sí o sí, ¿de qué vale operarme?


Debemos ver la operación como una herramienta más a nuestra disposición para que se produzca nuestro cambio de vida. Pero sólo es una herramienta, sólo una mediadora, sólo una ayuda para que tú y sólo tú seas quien cojas las riendas de tu vida.

Con el método Apollo (manga endoscópica por sutura), con el Posse (manga endoscópica por pliegues) y con la manga laparoscópica se anula la curvatura mayor del estómago donde se sintetiza la grelina que es una hormona que, dicho de forma coloquial, despierta el apetito, aumenta antes de comer y disminuye tras la ingesta. Al anular esa zona, el efecto de pérdida de apetito, es decir, de “no tener hambre” es la gran ayuda inicial de este tipo de operaciones.

Para cualquier persona que haya sufrido los graves problemas de la obesidad y la dificultad para perder peso, es sencillo entender que no tener hambre es una poderosa herramienta para poder conseguir cambios en la alimentación y reducción en las cantidades de ingesta. Por eso digo que es una ayuda fundamental pero no es la culpable de que uno pierda peso. Si yo no aprovecho esa ayuda porque quiera seguir con mi misma alimentación de siempre, si continúo con comidas grasas e hipercalóricas (a pesar de no tener hambre), si sigo sucumbiendo al “hambre emocional”, al “un día es un día”, etc, etc, esto no vale de nada.


3.- ¿No puedo adelgazar sin operarme?


¡Claro que sí! Es más te recomiendo que la operación sea tu última opción. Si eres capaz de cambiar tu vida, de entender que tu pasado debe quedar encerrado en un cajón que no hay que volver a abrir, si entiendes que es el momento de apostar por tu vida y te ves motivado, coge fuerte las riendas y apuesta por la salud.

Hace diez años yo fuí capaz de perder 52 kg sin la ayuda de nada ni de nadie, sólo con “fuerza de voluntad”(luego explicaré porqué no me gusta esta expresión). Pero una persona es ella y las circunstancias que le rodean. Mis circunstancias personales en el momento actual no eran propicias para volver a intentarlo y mucho menos sin ayuda. Tocar fondo tanto física como anímicamente me hizo tener que recurrir a este tipo de herramienta pero sabiendo desde el principio que el responsable seguía siendo yo.


4.- ¿Vas a seguir perdiendo peso? ¿Cuánto te han dicho que tienes que perder?


Nadie te dice o, al menos, nadie debe decirte cuántos kilos debes perder, porque cuando inicias este camino lo importante es ver cada paso, cada pisada como una mejora en tu salud y no como un numero reflejado en una báscula.

Esto sí que se va aprendiendo con los meses desde que inicias el cambio de vida. No te voy a negar que en mis comienzos lo que me daba satisfacción personal era ver cómo el peso iba bajando… ¡Creo que eso nos ha pasado a todos! Pero de pronto llega un día, una semana o un mes en el que, a pesar de haber hecho todo correctamente, has perdido poco peso y te frustras. El desánimo aparece, y esos cimientos que están recién puestos se empiezan a tambalear. ¡Es cuando debes empezar a tomar conciencia de todo lo que has mejorado en salud! Duermes mejor, estás más ágil, ¡no se rompen las sillas!, ¡te abrochas los cordones de los zapatos sin necesidad de tener al lado una bombona de oxígeno y sin parecer un contorsionista del Circo del Sol! ¿En serio, vas a tirar por la borda todas esas mejoras sólo porque en la báscula no aparece el número que tú deseas?

En ese momento aprendes que lo importante no es la pérdida de peso, sino cómo ha cambiado tu vida para mejor. Debes seguir siendo el mismo, con tu nueva alimentación y con tu ejercicio físico por salud, no por un número. Perderás lo que tengas que perder, esto no es una dieta (con principio y fin) esto es una forma de vivir para toda la vida. ¡Tranquilo que no vas a desaparecer!


5.- Preguntas que me dejan claro que no quieres cambiar de vida…


Desde que cree mi perfil en instagram @mi_metodo_apollo para intentar que mi experiencia pudiera ayudar a otros en mi misma situación, cuento por cientos los mensajes de apoyo, de ayuda y pidiendo información. Intento responder a todos, unas veces antes y otras más tarde, pero es muy complicado compaginar esa labor con mi día a día. Pero hay conversaciones que termino rápidamente cuando lo primero que me preguntas es: ¿Pero tú de vez en cuando te darás algún capricho?, ¿Tardaste mucho en tomarte la primera cerveza?, ¿No vas a barbacoas y bodas o qué?…

Cuando me hacéis estas preguntas al empezar la conversación, me estáis dejando muy claro que no queréis cambiar de vida y si no queréis cambiar de vida yo no tengo tiempo para perderlo.


6.- No es sólo cuestión de conceptos, es otra forma de ver las cosas…


- NO HAGO DIETA: 1.- La palabra “dieta” lleva implícita un principio y un final en tu cambio de vida. Es precisamente ese final es que habitualmente te lleva al punto de partida o a un lugar aún peor. El cambio de hábitos ha de ser para toda la vida. 2.- La palabra “dieta” lleva implícita una sensación de renuncia permamente a lo que antes hacías, a lo que antes te gustaba… Vivir en una eterna sensación de renuncia te llevará más tarde o más temprano al abandono de los nuevos hábitos. Has de ver ese cambio como un valor añadido a tu vida, como una apuesta por tu salud y no como una renuncia. ¿Añoras lo que te llevó a tu desastre actual? Pues tu mismo.


- NO ES CUESTIÓN DE FUERZA DE VOLUNTAD, ES COHERENCIA: Cuando uno tiene claro cuál es el calvario por el que no quiere volver a pasar cambiar tu vida no es cuestión de fuerza de voluntad, es cuestión de ser coherente. La “fuerza de voluntad” lleva implícita un reto personal, un sacar fuerzas permanentemente porque entiendes que lo que haces no es lo que quieres sino lo que debes y esto no debe ser así. Se trata de darte cuenta de que lo que haces ahora es lo que aporta valor a tu vida, es lo que te aleja de tu pasado, es lo que te da salud, es lo que hace que tu sonrisa empiece a ser sincera y no la máscara del gordito. Cuando asumes todo esto, te das cuenta de que no tienes que hacer un sacrificio, que no es un reto, que SÓLO TIENES QUE SER COHERENTE.


JOSÉ LUIS MORA CASTAÑO



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