¡Muy buenas a todos!
Llegó el día de traeros la receta de las Albóndigas de Choco (sepia en algunos lugares). Esta receta es de mi madre, así que los cumplidos son para ella. Yo humildemente he intentado acercarme a lo buenas que le quedan a ella, pero ya sabéis que como cocinan las madres no cocina nadie. Aún así os puedo decir que ha sido probarlas y sentir en la distancia el abrazo de mi madre, esos sabores que te traen preciosos recuerdos. Si de algo nos enorgullecemos en Huelva es de nuestro gentilicio popular de “choqueros”. Platos como las “Habas con choco”, los “Chocos fritos”, las “Papas con choco” y las “Albóndigas de choco” son típicos en mi tierra. Con estas Albóndigas de Choco quiero rendir un merecido homenaje a mi madre Pepa Castaño y a mi Huelva.
INGREDIENTES (para 18-20 albóndigas):
- 2 Chocos/Sepias (unos 600g) - 4 dientes de ajo (por cada choco 2 dientes de ajo grandecitos) - Perejil (fresco o picado) - 1 Huevo. - 2 cucharadas de pan rallado. - Harina (yo utilicé harina de garbanzo) - 1 Cebolla y media. - Hebras de azafrán. - Un vaso de vino blanco. - Dos vasos de agua. - Sal.
ELABORACIÓN:
1. Para picar el choco lo suyo es que te lo hagan en la pescadería pero si lo tienes que hacer en casa (como ha sido mi caso) te recomiendo hacerlo en un robot de cocina y semicongelado para que al picarlo no quede excesivamente triturado. (Foto 1) 2. En un bol ponemos nuestro choco picado y le añadimos los dientes de ajo muy picaditos, el perejil, una pizca de sal y removemos bien. (Fotos 2 y 3) 3. A continuación echamos un huevo entero y removemos. (Foto 4) 4. Ahora es el momento de añadir 2 o 3 cucharadas de pan rallado (lo que nos admita coja espesor y podamos hacer la bola de las albóndigas). ¡Ojo! No ponemos pan mojado en leche como se hace con otro tipo de albóndigas, entre otras cosas porque la textura del choco picado es muy resbaladiza y si ponemos leche es aun más difícil de manipular. Además vamos a hacerlas de choco, no de pan con choco (que es lo que te encuentras en muchas ocasiones y que suelen estar bastante más mazacote mientras que las de mi madre son súper tiernas en boca.) (Foto 5) 5. Pasamos nuestras albóndigas por harina, lo justo para freírlas en una sartén con aceite de oliva, intentando quitar el exceso de harina y usando papel secante después de freír para retirar el exceso de aceite. Tened en cuenta que se van a cocinar después en la salsa que le vamos a hacer así que no freírlas demasiado, sólo lo justo para que cojan color por fuera. (Fotos 6, 7, 8 y 9) 6. En una sartén honda o una cacerola baja vamos a sofreir un par de dientes de ajo picaditos y una cebolla y media muy picada (mejor triturada cruda que así es como me lo ha recomendado mi madre y así la he puesto yo) y una pizca de sal (al gusto).
7. Cuando la cebolla este bien pochada, sin quemarse, le añadimos un vaso de vino blanco y dejamos que se consuma el alcohol. A continuación añadimos dos vasos de agua (o caldo de pescado), un par de hebras de azafrán y dejamos guisar. (Fotos 10, 11 y 12) 8. Incorporamos nuestras albóndigas a la sartén o carola y dejamos guisar a fuego medio durante unos 30-35 minutos. (Fotos 13 y 14) 9. Las puedes presentar solas o acompañarlas de una patatas panaderas, arroz, quinoa, brócoli, coliflor... Cualquiera de ellos les van genial.
10. Espero que os haya gustado el plato tanto como a mi me ha gustado acercaros a mi Huelva.
MENSAJE DE MOTIVACIÓN:
“Si le ofreces a la vida pasos de sonrisa seguirás el camino de la felicidad; si le ofreces tristes pasos de lamentos seguirás un camino lamentable.” (José Luis Mora)
Buenísimas, las he hecho esta mañana y seguro que no me han salido tan buenas como las de tu madre o las tuyas pero he seguido todos los pasos y han salido riquísimas. Desde Valladolid una Sevillana que te admira muchísimo, un saludo Marta Conde, (ensj)